GENEALOGÍA DE LA MORAL EN RELACIÓN CON LOS VALORES

La moral, ciertamente, es un concepto que ha ido evolucionando a través del mismo tiempo y del espacio en la vida del ser humano. El bien, el mal, lo correcto e incorrecto son conceptos que Nietzsche  muestra como cambiantes según el punto de vista en el que el sujeto se encuentre: partiendo desde su experiencia nos muestra el sentido que tiene lo bueno y lo malo desde la nobleza y los plebeyos, donde dichos conceptos varían dependiendo de los intereses de cada posición, teniendo como bueno para los nobles lo que resulta malo para los plebeyos y viceversa.

Observándolo desde otra perspectiva, en definitiva con respecto a la genealogía de un concepto moral, y tomando como ejemplo el premier “la ley de Herodes”, - la historia de un político, Juan Vargas, nombrado presidente municipal de San Pedro de los Saguaros, con una población aproximada de 100 habitantes, de mayoría indígena, nombrado por falta de interés en un lugar tan peligroso, ya que el anterior fue asesinado por la población, llega creyendo que su función es traer modernidad y justicia a su pueblo, y quiere trabajar realmente por ello, pero al ver que está abandonado a su suerte, le entregan la constitución y una pistola, acabará aceptando (y beneficiándose) de las reglas del juego institucional, convirtiéndose en un funcionario corrupto más, que tratará de sacar el mayor beneficio posible de la situación. - Puedo creer que con el tiempo, la historia sigue siendo la misma, teniendo en cuenta el poder que es asignado al estado, la capacidad de ejercer violencia y la de administrar la Ley, no hay mucha diferencia a la que conocemos entre nobles y plebeyos. La jerarquía ha tenido grandes transformaciones sin que de esto exista mucha conciencia. Para muchos, el estado es ahora un árbitro moral, que decide lo que es bueno y lo que es malo. El gobierno ha sido convertido en creador de la moral y juez de la verdad. El rol del estado, ha sufrido transformaciones sin que de esto exista mucha conciencia. Su poder ha sido extendido como si ello fuese lo natural y lógico.

Los hábitos y las costumbres de los pueblos, son relativos de cultura a cultura y de época a época, al igual que en lo que en una época se constituía una regla moral, en la actualidad ya perdió ese significado y adquiere otro contenido moral muy diferente, y por eso existe el dicho de que las costumbres se hacen posteriormente leyes y normas morales.

De esta forma debemos apegarnos a la misma naturaleza para poder comprender sus comportamientos, y ver la jerarquía natural de los seres para captar la escala que tiene un valor, no hay que ordenarlos de acuerdo a los propios principios morales porque entonces sólo se está creando una jerarquía propia. La existencia de acciones y actividades aptas de valoración moral, se fundamenta en el ser humano como sujeto de actos voluntarios. Para llegar a comprender los actos humanos debemos preguntarnos si, ¿tienen las cosas valor por que las deseamos o las deseamos porque tienen valor? La respuesta a dicha pregunta puede cambiar en un sinfín, todo depende del interés propio, que se puede basar en cualquiera de las dos preguntas. Podríamos suponer el caso hipotético de un profesional que tiene el deber de mantener información confidencial de su empresa, dándola al descubierto y exponiendo a su organización de una seria competencia de producción y comercio, por un soborno por parte de su competencia, cosa que lo beneficiara solamente a él y por lo contrario afectara la estabilidad de la empresa. Siendo él un administrador responsable de exhibir una conducta ejemplar y fomentar el orden, debe prohibir dentro de la empresa comportamientos y acciones que atenten contra la moral y las buenas costumbres o el desempeño de la empresa, denunciando cualquier acción incorrecta que se produzca en su sitio de trabajo. La medida tomada por el funcionario es culpar a un empleado recién contratado.

Por dicho caso la persona evade sus valores para tener un bien propio, sin lograr nada bueno. Tal se establece que los valores no cambian y no se consideran condicionados a nada, pero así como la moral varía según donde se esté observando, no quiere decir que con los valores no sea así, también se puede determinar un criterio con la jerarquía del valor de las cualidades del objeto y sus propiedades.

Así es como también él individuo muestra una respuesta cuando no está de acuerdo en la aplicación de la justicia; y sostiene que el sentimiento de culpa, inyectado por la sociedad, que origina la mala conciencia.